Adopción de Flori

Hace un mes, vi a una gatita muy pequeña corriendo por la calle, desorientada y asustada. Iba entrando y saliendo de un jardín a otro, y de una casa a otra. Parecía una ratita! Pero no: era una gatita.
Yo temblaba cada vez que la veía correr en dirección hacia la carretera. Era cuestión de poco tiempo que le pasara algo.
Como estaba hambrienta, no me fue difícil atraparla poniéndole comida en una jaula trampa. La pobre estaba desnutrida y tenía los ojitos en malas condiciones.
Ahora la tengo en un jaulón, en mi patio, ya que no puedo meterla en casa por problemas de alergia de mi esposo.
Ya se ha recuperado, y está lista para poder encontrar un hogar donde la mimen mucho.
Se lleva muy bien con Negrín y Pepa, otros dos gatitos que rescaté prácticamente al mismo tiempo y en las mismas circunstancias.
Es muy buena, y pienso que va ser una gata tranquila. Ojalá pueda encontrar pronto un hogar, pues no podré tenerla mucho tiempo encerrada en un jaulón. Una vez que ella aprenda a saltar la valla de mi jardín, volverá a correr peligro, ya que vivo en una zona donde transitan muchos coches.