Celo en gatas – Descubriendo la sexualidad felina

19-06-2017

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El celo en las gatas es algo que da muchos dolores de cabeza a sus dueños, ya que con ello vienen muchos comportamientos inapropiados para el hogar, hacia los cuales no saben cómo responder. Como soluciones tenemos a la esterilización y la castración, pero existen muchos mitos, afortunadamente desmontables, que giran alrededor de ellas. Sin embargo, cuando la sexualidad felina colma la paciencia de los dueños, el abandono del animal termina siendo a menudo su forma de desahogo. He allí la importancia de ahondar en este tema.

¿Qué es el celo?

El celo es el primer signo externo de que la gata ha iniciado la pubertad, se encuentra en periodo de procreación y está dispuesta a aceptar tener sexo con el macho.

¿A qué edad tiene su primer celo?

El momento exacto en que la gata tendrá su primer celo es variable, oscilando entre los 6 a 10 meses; su aparición va a depender de algunos factores como el peso, la raza, la salud y horas de luz a la que esté expuesta.

¿Cada cuánto entra la gata en celo?

Las gatas tienen varios celos al año, pero su frecuencia no es igual en todas ellas al darse de manera irregular en cada una, y dependerá de algunos factores:

  • La raza, calidad de la alimentación y peso.
  • De las épocas del año con mayores horas de luz (alrededor de 12 horas diarias para que se presente el celo); por ejemplo, primavera y verano con intervalos de 2 a 3 semanas entre un celo y otro.
  • Pueden entrar en celo en invierno, al vivir en hogares con calefacción y luz artificial.

El periodo de celo tiene 4 etapas o fases:

1) El precelo o proestro tiene una duración entre 1 a 2 días. La gata experimenta una serie de cambios en sus órganos reproductores preparándola para el apareamiento, fertilización y embarazo. Durante esta etapa la hembra se muestra inquieta, excesivamente afectuosa cuando se le acaricia y con un ligero cambio en el aspecto de la vulva, aunque no suficiente como para dejarse montar por el macho.

2) El celo propiamente dicho (o estro): tiene una duración de 6 a 10 días. El celo es el periodo receptivo de la hembra durante el cual la gata está lista y deseosa de que se produzca la copulación con el macho. Hay que tener en cuenta que la ovulación de la gata es siempre inducida, es decir, el coito es lo que le provoca la ovulación.

3) Interestro: es el periodo comprendido entre 2 ciclos si no ha sido fecundada (duración promedio de 9 días); su sistema reproductor se relaja y rechazará al macho si intenta montarla. Puede tener varios celos seguidos antes de entrar en la etapa siguiente.

4) Anestro: es un descanso del periodo reproductivo, ya que en esta etapa los ovarios no producen las hormonas sexuales.

¿Tienen los gatos machos ciclos de celo?

En el caso del macho, no está sujeto a los ciclos de celo como sucede en las hembras, lo que les permite aparearse en cualquier momento del año, siempre y cuando haya alcanzado su madurez sexual (entre los 9 a 11 meses).

La atracción del macho hacia la hembra radica en su peculiar y evocador olor, además de las continuas llamadas de la gata. Los estudiosos de los felinos aseguran que el grito de una gata en celo y el mensaje de su olor pueden ser reconocidos y contestados por el macho a varios kilómetros de distancia, ante lo cual el gato irá hacia ella.


¿Cómo es el comportamiento de la gata durante el celo?

  • Se muestra más cariñosa de lo habitual y buscan a sus dueños con maullidos fuertes y miradas.
  • Orina en todos los lugares de la casa. El olor de la orina es muy fuerte y tiene como fin atraer a los machos cercanos.
  • También puede orinar las puertas, espacios de las casas vecinas y jardines, creando problemas con el vecindario.

¿Cómo es el comportamiento del gato durante el celo?

  • Patrulla su territorio, marcando su zona a través del orín, para atraer a las hembras con las que aparearse
  • Algunos suelen mostrarse nerviosos y agresivos.
  • Emite maullidos fuertes para atraer a la hembra.
  • Si existen varios machos en busca de apareamiento, desplegará todo tipo de amenazas para vencer al contrario y ganarse los favores de la hembra.

¿Cuál es la mejor edad para que una gata tenga su primera camada?

No es conveniente hacerlo en el primer celo porque aún no ha terminado su desarrollo. La edad ideal para esto es a partir de los 2 años, ya que se encontrará preparada para atender la presión de la lactancia y el cuidado de sus cachorros.


Diferencias entre esterilización y castración

Las gatas hembras se esterilizan y los gatos machos se castran. Ambas operaciones impiden al animal la habilidad de reproducirse.

Intervenciones quirúrgicas para el control de la reproducción en el gato

Son intervenciones bastante seguras, que se realizan bajo anestesia general y de las cuales se recuperan los animales en pocos días.

– Orquiectomía: consiste en extirpar los testículos para eliminar la producción de las hormonas sexuales masculinas y la producción de espermatozoides. El tiempo de esta operación es de 30 a 45 minutos.

– Vasectomía: consiste en cortar las vías espermáticas encargadas de llevar  los espermatozoides del testículo al exterior, impidiéndole procrear; sin embargo, la producción de las hormonas sexuales se mantiene intacta, por lo tanto las conductas durante el celoseguirán igual: buscará hembras, maullará intensamente, intentará escaparse y seguirá marcando territorio a través de la orina.

 

Técnicas quirúrgicas para el control de la reproducción en la gata

Son cirugías que se realizan bajo anestesia general e inhiben la aparición del celo.

– Ovariectomía: extirpación quirúrgica de los ovarios (glándulas encargadas de la secreción de las hormonas femeninas esenciales para la reproducción).

– Ovariohisterectomía: extirpación de ovarios y útero.

Técnicas de esterilización que no inhiben la aparición del celo

También se realizan bajo anestesia general y ambas cirugías dejan intactas la producción de las hormonas sexuales femeninas.

– Ligadura de trompas: esta operación corta los oviductos de la gata para impedir que los espermatozoides se unan al ovulo y evitar su fecundación.

– Histerectomía: Extirpación del útero.

 

Ventajas de la esterilización y castración

  • Disminuye la presencia de cáncer de la glándula mamaria.
  • Previene la piometra o infección uterina.
  • Disminuye el riesgo de enfermedades en el útero y ovarios.
  • En los machos evita enfermedades de próstata como infecciones, inflamaciones, quistes, cáncer y hernias perianales.
  • Evita la superpoblación, embarazos no deseados y el abandono.

  • El gato y la gata se vuelven más domésticos, no teniendo la necesidad de irse de la casa por lo que estarán protegidos de ser envenenados, robados, atropellados y de contraer enfermedadescomo la inmunodeficiencia felina y la leucemia felina, al entrar en contacto con gatos callejeros enfermos.
  • Elimina la ansiedad sexual.

¿Qué técnica es la mejor para el control de la reproducción?

Si quieres evitar las molestias del comportamiento sexual durante el celo, la extirpación de los testículos en el caso del macho y los ovarios en la hembra es lo más conveniente. Pero si lo que quieres es evitar embarazos no deseados sin importar las molestias del celo lo mejor es la ligadura de trompas o histerectomía (hembra) y vasectomía (macho).

¿A qué edad debo castrar o esterilizar?

Sobre esto existen diferentes puntos de vista porque algunos están a favor de la esterilización a edades muy tempranas (a partir de los 2 meses) y otros consideran que la edad más adecuada es alrededor de los 6 meses que es cuando estará mejor desarrollado físicamente para soportar la anestesia. Yo comparto esta segunda opción.

Es importante aclarar que las gatas también pueden esterilizarse después de haber tenido varios partos y los gatos en cualquier momento de su vida.

¿Sólo las gatas deben ser esterilizadas?

Es un error pensar que los machos no deben ser esterilizados, ya que un macho fértil puede procrear y dar a lugar a embarazos no deseados.

¿Es una buena opción el tratamiento de inyecciones o pastillas para inhibir el celo en la gata?

Son tratamientos hormonales peligrosos para la salud de la gata por sus múltiples efectos secundarios como infecciones en el útero, tumores de mama, diabetes y mellitus.

Es muy triste ver como la superpoblación de gatos va en aumento, siendo la eutanasia el destino final de mucho de ellos. No mueren como gatos viejos y enfermos, sino jóvenes, sociables, juguetones y atractivos. No podemos seguir alimentando mitos acerca de la esterilización y la castración, créeme, es la mejor opción. Los machos no van a perder su masculinidad ni su agilidad, tampoco necesitan realizarse como padres o como madres ya que el impulso que les mueve es el de aparearse y nada más. He conocido personas que no quieren castrarlos porque lo consideran antinatural pero luego no saben qué hacer con la camada de su gata, decidiendo regalarlas de manera irresponsable a cualquiera que dice querer un gato, sin importarle el destino real de este animalito. Otros deciden abandonarlos en cualquier lugar de la calle, exponiéndolo a situaciones de maltrato y de abandono. ¿Es acaso justo que estas inocentes criaturas terminen así?

A las sociedades protectoras de animales cada vez llegan más gatitos recién nacidos encontrados en la calle en condiciones de maltrato y en situaciones precarias de salud. Si cada una de las personas que tiene un gato como mascota toma conciencia de las consecuencias de los embarazos no deseados, ayudarán a erradicar el abandono y el no maltrato.

 

 

Cristina Pichon Wütscher

Cristina Pichon es una psicóloga especializada en psicología clínica por la Universidad Complutense de Madrid. Desde el 2012 se dedica exclusivamente a la investigación del mundo animal, con un énfasis en perros y gatos con problemas de movilidad. Su mayor aspiración en la vida es crear un refugio para animales abandonados, y tiene la certeza de que cumplirá su sueño algún día.

 

 

Autor: Cristina Pichon Wütscher

Fuente: Animalia