Oro

20-07-2014

Oro

ORO estaba en muy malas condiciones cuando una compañera lo rescató. Tenía mucho miedo y se defendía mostrando agresividad, desconfianza y un carácter huidizo; te enseñaba los dientes frecuentemente. Sus problemas de relación con personas y otros perros hicieron que fuese imposible su acogida, y lo enviaron a una residencia. Se veía tan difícil su futuro que le cambiamos el nombre, que al principio era Moro, por si así alguien  confiaba más en él y se animaba a darle una oportunidad.


El adoptante, su amigo inseparable desde hace 3 años, de siempre había querido tener un perro. Cuando en el 2011 cumple los 18 años y le preguntan qué quiere como regalo, él pide que le permitan tener un perro, comprometiéndose a su cuidado y educación. La familia, en principio contraria a que entrara un animal en casa, cedió y aceptó la petición. Jose Antonio se toma su tiempo, sin prisa va mirando perros en protectoras. En cuanto conoció a Oro surgió una relación muy especial. Ahora este perro es una preciosidad, muy bien educado, cariñoso, deportista y sociable. Ahora José Antonio es entrenador canino, porque se formó para poder ayudar a su perro, y dedica parte de su tiempo a ayudar a otros animales con problemas de comportamiento. ¡Ah! Y la familia lo quiere muchísimo, habiéndose colado en sus corazones de manera que es uno más a tener en cuenta para todo. Siempre está con ellos, vayan donde vayan, de paseo por el pueblo o a la playa. Oro es otro animal que regala sonrisas cada día.